Generalmente, la actitud y comportamiento fuera de las canchas, son cuestiones que deberían de pasar sin importancia en el mundo del tenis.
Si un tenista es asiduo de las fiestas, es un mujeriego o simplemente
no posee una muy buena actitud, no toman importancia siempre y cuando el
tenista en cuestión sepa demostrar su valía en las canchas.
Sin embargo, hay un tenista que ha pasado a la historia no solo por
su gran talento, sino también por su mal carácter y pésima actitud fuera
de las canchas, me refiero al chileno, Marcelo Ríos.
El chileno Ríos es el único tenista de su país que logró ser nombrado número 1 del ranking mundial de la ATP,
no solo eso, ya que también fue el primer latino en conseguir dicha
mención. Su estilo de juego era una mezcla de coraje y suma precisión.
Sin embargo varios percances en su carrera
lo han llevado a ser considerado como el tenista más odiado por los
aficionados de todos los tiempos.
Un hecho que es fundamental para que sea considerado de esta forma, fue cuando Mónica Seles argumentó que durante un almuerzo en Wimbledon, le dijo mientras iba pasando, “mueve tu trasero gordo“.
Hechos similares a este se repetirían a lo largo de toda su carrera,
en alguna ocasión fue suspendido por reclamarle a un árbitro diciéndole “fuck you“. Estas palabritas le valieron la expulsión del Torneo de Los Ángeles de 1997, así como una pequeña multa de 5 mil dólares.
En efecto, un excelente jugador, con la peor de las actitudes. Como
bien dije a un principio, que importa la vida personal de un tenista si
es bueno dentro de la cancha, sin embargo, la clave del éxito también se
encuentra en mantener siempre una buena imagen.
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